jueves, 20 de enero de 2011

ÁRBOL MÍO.


ÁRBOL MÍO

Árbol mío, hoy te vi,
como nunca hubiera querido,
verte así,
En la vera del camino,
Pino Huacho, solitario,
solo un tronco envejecido,
despojado de tus ramas,
despojado de ese amor
que tenías escondido
en tu aroma, y en tu flor.
Privado de tu fuerza,
Esa fuerza, que jugaba con la brisa
que corría tan de prisa,
abrazando tu follaje.

 Árbol mío, me lastima verte así
con tu cuerpo casi inerte,
con tus años, centenario,
ya vas camino a la muerte,
 Y no es asunto de la suerte,
se aproxima tu partida y
aunque me duele perderte,
así es la ley de la vida.
Como  un anciano, que en su mente,
ya prepara su equipaje,
 ya pronto  emprendes tu viaje,
travesía sin retorno,
que arrebata la belleza
que entregabas a tu entorno,

 Árbol mío, me lastima verte así,
desde siempre yo te vi, porque ahí estabas,
desde el día en que nací.
Serás parte de una historia
mas, guardaré  tu memoria
pues, te amé  con frenesí,
y aún te amo, “Pino Guacho”
y no habrá otro,
para amarlo en tu reemplazo.
Hoy tu  pueblo, te regala un gran abrazo,
siempre fuiste el regazo
que cobijó al forastero,
ese humilde pasajero,
que tu sombra… tanto amó.

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